Diferencia entre las oficinas de antes y las de ahora

Seguro que las personas que llevan trabajando en una oficina durante muchos años, se dan cuenta de lo mucho que han cambiado las estancias de trabajo y de que la evolución constante se va notando cada día, no solo en la decoración sino también en el uso de la maquinaria y del material de oficina. Desde luego atrás quedaron aquellos años en los que todo se hacía mediante vía postal, las cartas iban y venían y desde luego los carteros no daban abasto. La llegada del correo eléctrico hizo que esa práctica mermara en gran medida, ya que resultaba ser más fácil, más cómodo y por lo visto más rápido el ponerse frente al ordenador, y poder escribir todas las líneas que quisieran. Entrar en una oficina en estos tiempos es sin lugar a dudas vivir en los tiempos actuales, mucha gente ha tenido que optar por cambiar el mobiliario, por refrescar y dar un punto de evolución que se notara a la legua, solo por el hecho de cambiar el color de la pintura ha sido todo un adelanto, por ello si nos damos cuenta hay muchas diferencias que separan una oficina de la época con las que podemos encontrarnos a día de hoy, veamos algunas de ellas.
En primer lugar, debemos mencionar como bien he dicho antes el color de las paredes, que no iba más allá de un claro blanco y negro o incluso gris, los colores llamativos y alegres desde luego no tenían cabida alguna, por lo que las fotos que pudiéramos ver de esa época nos dejaban claro que eran unos tiempos muy diferentes.
El mobiliario nada tenía que ver con el que encontramos ahora en sitios como https://www.hipermaterial.es/ que los tiene a la venta, sino que nos encontrábamos con mesas y sillas de madera que nada tenía que ver con las sillas cómodas que podemos encontrarnos ahora.
En cuanto a la maquinaria que usaban todos sabemos que la máquina de escribir era lo que más se escuchaba al entrar en una oficina, nada que ver con las teclas de los ordenadores que tenemos en la actualidad, con los que los dedos se deslizan y no duelen las yemas de los dedos.
Desde luego el cambio es abismal y en ocasiones gusta recordar lo mucho que hemos ido evolucionando en estos tiempos, y lo mejor de todo lo que nos queda por avanzar.

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