Para muchos españoles le es difícil asimilar y comprender todo lo referente a su gobierno, es decir, a la despedida del presidente Mariano Rajoy y a la llegada del señor de ideología de izquierda Pedro Sánchez.
Las juramentaciones ya se han hecho y ahora se ha decidido quién es el nuevo presidente, pero fue el juramento lo que pareció ser un evento completamente inverosímil.
Pedro Sánchez, durante el protocolo que facilitaba su alto cargo en el gobierno español, afirmó que no era necesario ninguno de los símbolos lejos de considerarse “laicos”. Estos símbolos fueron utilizados durante una gran parte (por no decir desde principios de la democracia española) como una tradición que ha sido considerada de eterna importancia para este país religioso.
Si bien no fue un presidente que llegó al cargo gracias a las elecciones democráticas, es el presidente que ahora fue elegido por cada uno de los diputados también elegidos, fue colocado gracias a los contribuyentes españoles en su hegemonía constitucional.