Dentro de las facciones comerciales de Trump, las naciones buscan una cara amistosa

Wilbur Ross, el secretario de Comercio de Estados Unidos, llegó a Beijing el sábado para una visita de fin de semana destinada a evitar un fuerte conflicto comercial que posiblemente podría castigar. La gran pregunta para China: si llegan a un acuerdo con él, ¿se apegará el presidente Trump a eso?

Mientras los Estados Unidos desafían a Europa, China, Canadá, México y gran porción del mundo restante en referencia a la comercialización, el profundo faccionalismo dentro de la administración Trump ha conseguido desconcertar a los asociados y miembros rivales estadounidenses por igual. La Casa Blanca adopta un tono conciliatorio un día y otro militante al siguiente, a menudo dependiendo de qué asesores de Trump estén a favor.

Cada vez más, los líderes de otros países se preguntan quién está tomando las decisiones: los globalistas, los nacionalistas, los halcones comerciales o alguien más.

Hasta cierto punto, los mensajes mixtos reflejan las tácticas de convenio de un presidente al que le agrada la posibilidad de conservar al otro lado en total desequilibrio. Pero la inconsistencia ha estimulado a los líderes internacionales a cortejar a los funcionarios de Trump que creen que ofrecerán un oído comprensivo, en lugar de a la Casa Blanca en su conjunto, un enfoque de dividir y vencer que podría hacer que los convenios comerciales sean más complejos de efectuar. También ha erosionado la confianza entre un gran número de líderes de que la administración Trump mantendrá su palabra.